Su superficie es de casi 30.000 Km2, similar a Bélgica y a la provincia de Misiones. Su población es de 3.000.000 de habitantes, su moneda es el Dram y la capital, Ereván.
Por Carlos V. González Rivero
La calle Armenia (ex 182) nace Río Negro al 7500 en el barrio “Malvinas Argentinas” y sufre una interrupción en French para luego reaparecer entre Necochea y Brandsen.
A partir de la avenida Luro entra en el barrio “Coronel. Dorrego” hasta la calle Alberti. Entre Alberti y Juan B Justo es contenida en el barrio “Belisario Roldán” aunque formalmente se extiende hasta Rodríguez Peña. Cien metros antes de Juan B. Justo se manifiesta apenas como un sendero.
Un país milenario
Descubrí que existía un lugar llamado Armenia en los 60, cuando en el legendario programa “Titanes en el Ring”, el relator, un tal Rodolfo Di Sarli, presentaba al principal protagonista: “… El campeón del mundo ¡El armenio Martín Karadagian!
Con el tiempo supe de un país milenario, a tal punto que exégetas bíblicos ubican allí el Jardín del Edén, y al lugar donde se posó el Arca de Noé que no era otro que el Monte Ararat, el más alto de ese país.
Recorrió un camino largo y sinuoso desde aquel lejano Reino de Armenia de 300 años antes de Cristo hasta la actual República. Fue Arsácida, Bizantina, Arabe, Bagrátida, Cilicia, Otomana, Rusa y Soviética hasta que el 21 de septiembre de 1991 se proclamó es República tal como hoy la conocemos.
Características
Armenia, país del Cáucaso, a caballo entre Europa y Asia limita al oeste con Turquía, al norte con Georgia, al este con Azerbaiyán y al sur con Irán y con la República Autónoma de Najichevan.
Su superficie es de casi 30.000 Km2 similar a Bélgica y a nuestra provincia de Misiones. Su población es de 3.000.000 de habitantes, su moneda es el Dram y la capital, Ereván, fundada en el 732 antes de cristo al pie del Monte Ararat, alberga a más del 30% de la población del país.
Armenia, antigua república soviética, es un Estado unitario, multipartidista y en un proceso de democratización que tiene sus raíces en una de las más antiguas civilizaciones del mundo. Dotada de un rico patrimonio cultural, se destacó como la primera nación en adoptar el cristianismo como religión oficial en los primeros años del siglo IV (la fecha tradicional es 301). Aunque Armenia es un estado constitucional secular, la fe cristiana desempeña un papel importante en su historia y en la identidad del pueblo armenio.
Armenia tiene una diáspora muy grande (ocho millones según algunas estimaciones, que supera con creces los tres millones de habitantes de la propia Armenia), con comunidades existentes en todo el mundo. Las comunidades más numerosas se pueden encontrar:
En Argentina, Australia, Canadá, Chipre, Chile, Colombia, también en la Federación Rusa, Estados Unidos, Francia, Georgia, Irán, Israel en donde cerca de mil armenios residen en el barrio armenio de la Ciudad Vieja de Jerusalén, un remanente de una comunidad otrora mayor. Líbano, Siria, Turquía (en su mayoría dentro y alrededor de Estambul) dentro de los que hay que considerar los 40 000 a 70 000 armenios que aún viven en el país, Uruguay y Ucrania. Además, cerca de 130 000 armenios viven en la disputada región de Nagorno-Karabaj, donde constituyen la mayoría.
Memorias del genocidio
El Genocidio Armenio fue un plan de exterminio sistemático de la población armenia llevado a cabo por el Imperio Otomano a partir de 1894 y que tuvo su período más virulento entre 1915 y 1923, bajo el gobierno de los “Jóvenes Turcos”. El objetivo era terminar con la presencia armenia dentro de los límites del Imperio Otomano, luego Estado turco.
Se trata de un crimen impune de lesa humanidad que el Estado de Turquía aún se niega a reconocer y reparar.
En el multiétnico Imperio Otomano la gran mayoría de la población era musulmana. Había una minoría de cristianos, particularmente armenios y griegos, que eran considerados ciudadanos de segunda clase; carecían de derechos políticos y estaban excluidos del aparato estatal.
En el siglo XIX, en consonancia con las revoluciones europeas, la minoría armenia comenzó a reclamar ciertas reformas administrativas en el interior del imperio. Estas pretensiones tuvieron como respuesta las primeras matanzas entre 1894 y 1896, organizadas por el sultán Abdul Hamid, que costaron la vida de 300 mil armenios.
Pero a comienzos del siglo XX, entre los propios turcos comenzaron a surgir movimientos que pretendían democratizar el régimen. Estas manifestaciones de oposición al sultán eran dirigidas por jóvenes intelectuales turcos que luego conformaron el partido de los “Jóvenes Turcos”, con inclinaciones liberales y cuyo objetivo era deponer al sultán para establecer un gobierno parlamentario. Las minorías armenias vieron en estos movimientos una posibilidad de lograr las tan ansiadas reformas administrativas que pretendían, y apoyaron sus reclamos.
Sin embargo, los “Jóvenes Turcos” tenían un amplio plan de “panturquismo” en la región, con el objetivo de unir a todos los “hermanos de raza”, y en este proyecto los armenios constituían un obstáculo por su ubicación geográfica. En 1914, con el ingreso de Turquía en la Primera Guerra Mundial, comienzan a darse los trazos finales de la concreción del plan para desprenderse de los armenios.
El 24 de abril de 1915, el gobierno turco ordena arrestar a los intelectuales, políticos y religiosos de la minoría armenia, quienes posteriormente son asesinados o deportados. Luego se da paso a la persecución y asesinato de las poblaciones armenias en la capital y en el interior del Imperio Otomano, llevándose a cabo una brutal masacre y asesinatos en masa, que son recordados como el primer genocidio del siglo XX.
Como consecuencia de este genocidio, la nación Armenia, que contaba con 3 millones de habitantes, es reducida a la mitad, siendo deportados y expulsados de sus tierras los sobrevivientes.
Turquía, heredera del Imperio Otomano, aún hoy se niega a reconocer el Genocidio Armenio, que ha sido reconocido por una veintena de países como Argentina, Uruguay, Francia, Italia, Holanda, entre otros.
Inmigración
La población armenia en todo el mundo se estima actualmente en algo más de doce millones de personas, de las cuales solo unos tres millones viven en la actual República de Armenia, existiendo cinco focos principales de emigración armenia en el mundo: Rusia, con una población armenia estimada entre los dos millones doscientos mil y los dos millones y medio; Estados Unidos, con un millón cuatrocientos mil armenios aproximadamente; Francia, con unos novecientos mil; Irán, con algo más de medio millón y Georgia, con aproximadamente cuatrocientos mil armenios.
A pesar de que la comunidad armenia en Argentina es la primera comunidad armenia en toda Latinoamérica, es solamente la décima comunidad armenia fuera de su país, con estimaciones de población que van desde los ochenta mil a los ciento treinta y cinco mil armenios o argentinos descendientes de armenios que viven en Argentina.
La emigración armenia a Latinoamérica en general y a Argentina en particular tiene tres periodos temporales claramente diferenciados. El primer periodo se concentra entre los años 1914 a 1930. La historia del pueblo armenio y su diáspora masiva tiene un antes y un después del mencionado holocausto armenio. Desde 1915 hasta 1923 se calcula que entre un millón y medio a dos millones de armenios fueron exterminados por los Jóvenes Turcos por motivos religiosos, pero además este holocausto provocó la emigración de millones de armenios que consiguieron escapar de la muerte y se asentaron en diversos países del mundo.
La segunda oleada inmigratoria comenzó tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial, concretamente en 1946, y duró hasta el año 1965. Los emigrantes armenios que llegaron a Argentina durante estas dos décadas eran ya emigrantes o hijos de emigrantes que en el primer periodo se habían asentado principalmente en Grecia, Francia, Rumania y Bulgaria, y que ahora decidían probar suerte en el Nuevo Continente. El último periodo migratorio de armenios sucedió a partir de 1991 tras la caída de la Unión Soviética y la formación de la República de Armenia.
La mayoría de la población armenia que llegó a Argentina se asentó en Buenos Aires, más concretamente en el barrio de Palermo. También existe una comunidad importante de armenios en la ciudad de Córdoba, en el barrio Pueyrredon. En Rosario, la comunidad armenia está asentada como importantes comerciantes dedicados al sector textil.
Dos son las fechas destacadas que anualmente conmemoran la población armenio argentina. Cada veinticuatro de abril rinden homenaje a los muertos del genocidio armenio por parte del Imperio Otomano. Cada veintiuno de setiembre celebran el nacimiento de la República de Armenia.
A pesar de que la población armenia supone solo el 0,25 % aproximadamente de la población total residente en la actualidad en Argentina, o dicho de otra manera solo uno de cada cuatrocientos argentinos tiene descendencia armenia, existen varios personajes famosos de origen armenio en la sociedad argentina en las últimas décadas.
Destacan el ex tenista y actual piloto de rally David Nalbandian, Martín Karadagián, luchador y actor, fue el famoso creador del espectáculo televisivo Titanes en el Ring, con él mismo como estrella principal; el economista y político argentino Carlos Alberto Melconian quien fue presidente del Banco de la Nación Argentina y el empresario Armando Gostanián, se desempeñó como Director de la Casa de Moneda de Argentina durante las presidencias de Carlos Menem en los años 1998 y 1999.